Hoy va una entrada sobre un tema que se ha tratado infinidad de veces en arquitectura y urbanismo: la accesibilidad.
Es un tema legislado, y que establece ciertos mínimos en cuanto proyectas nuevos edificios, urbanizaciones, etc. ¿es una normativa exagerada?¿es una normativa insuficiente?
Muchas veces quien está proyectando, y tiene que cumplir la normativa de accesibilidad se vuelve loc@ y muchas veces se plantea si será necesario, si alguna vez pasará por ahí un usuario que necesite todo eso…
Pero otras veces, cuando cambian las circunstacias, porque de repente en casa hay alguna persona muy mayor o simplemente porque has empezado a pasear por las calles con un coche de bebe te das cuenta cuanto queda por hacer: aceras estrechas con farolas en medio, rampas con pendientes increibles,…
Y a veces hay tantos detalles que ni siquiera eres consciente hasta que alguien te lo señala. Fui educadora ambiental y trabaje en la coordinación de la Agenda 21 Escolar de Bilbao. Quien no conozca la Agenda 21 Escolar, se trata de un programa dirigido a los centros escolares que trata de forma transversal la sostenibilidad, cada año trabajan un tema (residuos, agua, biodiversidad, energia,…), tanto en su vida escolar como en la ciudad, realizan diagnóstico de la situación y realizan unos compromisos en su comportamiento y solicitan al Ayuntamiento ciertas mejoras en la ciudad. En esta época aprendí, que ellos también son ciudadan@s y usuari@s, y que tienen mucho que decir. Podría poner miles de ejemplos, pero uno que me marcó especialmente es el siguiente:
El año que trabajabamos los residuos, en el pleno municipal, explicaron que ellos habían establecido un sistema de recogida separada de papel y envases en las aulas y el comedor, que tenían comisiones que se encargaban de sacar estas fracciones al contenedor una vez a la semana, pero tenían un problema, no llegaban a las bocas de los contenedores. ¡Insistimos en la educación necesaria en este ámbito y luego no pueden participar!. Y es más, ell@s mismos hicieron la reflexión que por lo tanto las personas que van en sillas de ruedas tampoco llegan. Tan sencillo, tan obvio pero jamás lo había pensado.
En un viaje a BCN al de unas semanas de escuchar esto, me encontré con unos contenedores con una boca adicional a una altura accesible, así que ya existía una solución en el mercado. Si buscais por internet encontraréis distintas soluciones.
Fuente de fotos: Foto 1, Foto 2.
De esto hace 10 años… Y sigo sin ver casi estos contenedores en la calle… Hoy viniendo al estudio he hecho un par de fotos, a los contenedores de esta zona. Las bocas de los contenedores siguen estando altos.
Pero incluso si cambiaran los contenedores… ¿serían accesibles? Si usan el rebaje de la acera para acceder, deberían bajar a la carretera rodear los contenedores y acceder a las bocas de los mismos.
Con este ejemplo tan sencillo queriamos mostrar que nos queda mucho por avanzar. Y para avanzar primero debemos escuchar, escuchar las necesidades de los usuarios, de todos los usuarios, para descubrir un diseño eficaz.
Y sobre los usuarios más jovenes… podéis leer a Tonucci y el proyecto «La ciudad de los niños», cuanto menos te hace pensar…